INFECCION URINARIA FELINA.
Esta patología tan frecuente es muy importante de percibirlas en estadios tempranos por los cuidadores de gatos. Ya que pudieran acabar desencadenando una lesión renal.
Los síntomas habituales son el exceso de visitas al arenero con eliminación de poca orina o a veces incluso nada, quejidos en el momento de orinar, incluso sangre que encontramos a veces en las zonas que suelen descansar).
Cuando hablamos de gatos jóvenes lo más normal es que se asocie a cálculos o arenilla en vejiga que provocan un cuadro de cistitis e incluso obstrucción principalmente en gatos machos, aunque tampoco olvidemos las cistitis intersticiales asociadas a stress con mucho sangrado y que en machos también puede provocar obstrucciones por coágulos en la uretra.
Por otro lado cuando tratamos de gatos senior (más de años). Es más frecuente hablar de cistitis bacterianas. Que si no se diagnostican pueden acabar provocando lesiones renales como la pielonefritis.
Por ello ante cualquier sospecha de infección recomendamos visite su veterinario. Y como no que realice el estudio pertinente que normalmente se desarrolla bajo una sedación, con la realización de una ecografía buscando cálculos, alteraciones renal, etc y toma de muestra de orina de vejiga o de pelvis renal para realizar su estudio. Y determinar el tratamiento más adecuado.