PREVENCIÓN DE LA LEISHMANIOSIS CANINA EN 2023

La leishmaniosis es una enfermedad causada por un protozoo parásito conocido como Leishmania infantum, transmitido por el mosquito Plebotomus perniciousus. Se transmite cuando un mosquito pica a un perro infectado y luego a uno sano. Una vez se produce la transmisión, los anticuerpos generados por el sistema inmune del perro no pueden eliminar por completo el parásito, lo que permite que la infección progrese. Este exceso de producción de anticuerpos provoca lesiones en la piel, especialmente alrededor de los ojos y los oídos, y puede causar problemas renales. Si la enfermedad no se diagnostica tempranamente, puede evolucionar hacia etapas más graves, afectando a otros órganos y llegando a ser fatal. Actualmente existen tratamientos para reducir los síntomas, abordando los brotes de la enfermedad cuando ocurren. Se trata de un tratamiento crónico y costoso, que logra en algunos perros reducir los niveles del parásito a niveles prácticamente indetectables.

Las áreas más afectadas por la enfermedad se encuentran en la cuenca mediterránea, debido a su clima cálido y húmedo, lo que está relacionado con una mayor presencia de flebótomos. En nuestro centro, el número de casos de leishmaniosis diagnosticados anualmente es muy elevado. 

Un estudio publicado en 2023, que analizó 5.451 perros aparentemente sanos, reveló que en regiones del sureste de España la prevalencia de la enfermedad superaba el 10%. Regiones como la Comunidad Valenciana y Murcia mostraron una prevalencia del 14%, siendo las áreas con mayor incidencia de la enfermedad.

Debido a su naturaleza zoonótica, la leishmaniosis puede afectar a humanos con sistemas inmunitarios comprometidos, aunque su prevalencia es baja y generalmente provoca alteraciones cutáneas. 

Para minimizar el riesgo de contagio a humanos, es fundamental proteger a los perros contra el parásito durante todo el año. Entre las medidas de manejo recomendadas se incluye permitir que los perros pasen la noche dentro de casa o en un recinto preparado sin acceso al exterior. También es aconsejable evitar los paseos al amanecer y al anochecer, ya que son los periodos de mayor actividad del mosquito.

En términos de medidas profilácticas, se debe proteger a las mascotas mediante el uso de collares o pipetas. En VeterZoo, recomendamos la realización anual de un test serológico rápido de leishmania, incluso en ausencia de síntomas, y la vacunación. Aunque las vacunas disponibles en el mercado no ofrecen una protección completa contra la enfermedad, pueden alcanzar hasta un 70% de eficacia. Es importante seguir estas recomendaciones para reducir el impacto de la leishmaniosis en nuestras mascotas y disminuir la posibilidad de su propagación en humanos.

Ilustración 1. Mapa prevalencia leishmaniosis. Cortesía de La Razón.es